13 de septiembre de 2013

Carbón para Mike.




Me han contado que en Ohio,
a comienzos del siglo,
vivía en Bidwell una mujer,
Mary McCoy, viuda de un guardavía
llamado Mike McCoy, en plena miseria.

Pero cada noche, desde los trenes ensordecedores de la Wheeling Railroad,
los guardafrenos arrojaban un trozo de carbón
por encima de la tapia del huerto de patatas
gritando al pasar con voz ronca:
"¡Para Mike!"

Y cada noche, cuando el trozo de carbón para Mike
golpeaba en la pared posterior de la chabola,
la vieja se levantaba, se ponía,
soñolienta, la falda, y guardaba el trozo de carbón,
regalo de los guardafrenos a Mike, muerto
pero no olvidado.

Se levantaba tan temprano y ocultaba
sus regalos a los ojos de la gente,
para que los guardafrenos no tuvieran dificultades
con la Wheeling Railroad.

Este poema está dedicado a los compañeros del guardafrenos McCoy
(muerto por tener los pulmones demasiado débiles
en los trenes carboneros de Ohio)
en señal de solidaridad.

Bertolt Brecht en Poemas y canciones






1 comentario:

  1. Conmovedor poema, esa es la verdadera cara del ferrocarril que todo el mundo parece no querer saber. Bien, no obstante, la traducción mejoraría si en la primera estrofa se escribe "guardafreno" que no guardavía, y otros pequeños detalles... el poema mejor adaptado, sería como sigue:

    Me han contado que en Ohio,
    a comienzos del siglo,
    vivía en Bidwell una mujer,
    Mary McCoy, viuda de un guardafrenos
    llamado Mike McCoy, en plena miseria.

    Pero cada noche, desde los trenes ensordecedores de la Wheeling Railroad,
    los guardafrenos arrojaban un trozo de carbón
    por encima de la tapia del huerto de patatas
    gritando al pasar con voz ronca:
    "¡Para Mike!"

    Y cada noche, cuando el trozo de carbón para Mike
    golpeaba en la pared posterior de la chabola,
    la vieja se levantaba,
    se ponía somnolienta la falda,
    y guardaba el trozo de carbón,
    regalo de los guardafrenos a Mike, muerto
    pero no olvidado.

    Se levantaba tan temprano y ocultaba
    sus regalos a los ojos de la gente
    para que los guardafrenos no tuvieran dificultades
    con la Wheeling Railroad.

    Este poema está dedicado a los compañeros
    del guardafrenos McCoy
    (muerto por tener los pulmones demasiado débiles
    para los trenes carboneros de Ohio)

    En señal de solidaridad

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