Dicen que es bueno reírse y mas de uno mismo... riámonos CON y no DE. Una sonrisa siempre viene bien y mas en los tiempos que corren.
Corría la primera mitad del siglo XIX y en España corrían vientos de modernidad con la implantación de un nuevo, y sorprendente medio de transporte, los caminos de Hierro.
Corría la primera mitad del siglo XIX y en España corrían vientos de modernidad con la implantación de un nuevo, y sorprendente medio de transporte, los caminos de Hierro.
España era una sombra del imperio que fue y llamaba a su fin la grandeza y liderazgo en avances técnicos de que en otro tiempo hacia gala los mestres españoles.
Dos
prohombres, de incipiente ascenso en la escala social por su condición de burgueses acaudalados, sentados en sillas de noble madera, tomaban un café sobre la piedra
de mármol de un suntuoso local mientras dialogaban sobre el nuevo
invento y su aplicación.
.- Voy a hacer un ferrocarril, ¿qué
ancho crees que debemos darle?
.- Pues el que
tengan nuestras locomotoras, habrá que consultar con la industria nacional.
.- Pero si de eso no tenemos, los
carruajes y demás material habrá que importarlo.
.- Empezamos
bien…la casa por el tejado... en fin es lo que tiene llegar los últimos, vamos a ver, pues veamos quien
es el mayor fabricante y adoptemos su ancho, así el material no será hecho a
medida y no saldrá más caro.
.- He oído que los ingleses son los
mejores y mayores productores del material móvil para el invento en cuestión,
pero no sé..., no se aclaran y tienen diecisiete anchos diferentes.
.- Ahí lo
tienes, escoge el que más te guste o creas que es mejor.
.- Ya pero… ¿cuál?, difícil
elección, ¿y si me equivoco?
.- No pasa
nada, en el futuro llamaran a las calles con tu nombre y serás recordado como
prohombre y visionario, eres ingeniero, ¿cuántos ingenieros conoces en esta
España decimonónica?, ¿quién te va a discutir lo que elijas?
.- Ya eso sí, pero podrías ser más
positivo y ayudarme.
.- De acuerdo pues, escucha: ya que nunca lo habíamos hecho, olvídate de tus conocimientos adquiridos, ya
que careces de experiencia y usa la mayor de las artes…
.- ¿Cuál?
.- Perdona,
olvidaba que eres ingeniero, eres de ciencias no de artes, pues hombre está
claro, la lógica. Somos españoles, dignos herederos de un imperio, la otra
opción es crear una comisión de expertos extranjera ¿que habías dicho ingleses?, si
ingleses que tienen tanta experiencia, pero sálveme el santísimo, hasta ahí
podríamos llegar…pidiendo consejo a los malandrines anglosajones... impensable.
.- Por supuesto, manchar el honor
patrio pareciendo ignorantes jamás, esto es el REINO DE ESPAÑA.
.- Vamos
centrándonos, sí señor. Mira a ver qué ancho tienen los vecinos.
.- ¿Los portugueses? ¿Y qué importa?
esos ponen lo que digamos, dependen de nosotros. Pobrecitos aislados…
.- Ya lo sé
hombre... Te digo los franceses.
.- Pues lo mismo, ¿qué importa?
.- ¿Qué más da?
… pues hombre porque
es con ellos con los que vamos a comerciar, exportar, importar y trasvasar
viajeros por lo que no nos sale rentable que pierdan tiempo en el transbordo ni
nosotros dinero en instalaciones para las mismas. Imagínate por un momento, es
improbable lo sé, que no nos oigan los espías de palacio, pero imagina por un
momento que alguna vez tenemos un rey
Borbónico que guste de la compañía de señoritas de moral distraída y desee
pasar la tarde en el Molin Rouge, ¿te lo imaginas cambiando de coche en la
frontera?, seguro que nos tocará dejarnos los cuartos en algún invento moderno
para que levanten el vagón y se cambien los ejes. Con la pérdida de tiempo y
los reales que costaría dicha modernidad, por Dios… Sería lógico ya que estamos
en pañales y que… según me han chivado les vamos a clonar galibo y entrevías,
que les copiásemos el ancho de vía a los franceses. Es un ahorro en tiempo y
dinero elevadísimo.
.- Ya... pero los ingleses tienes diecisiete
anchos y hacen lo que les da la gana... ¿Por qué no el de ellos?
.- Ellos son
muy suyos, lo sabemos todos, de acuerdo, pero vamos a ver machote, que me estas
calentando. Pero si mi pitonisa de guardia me ha dicho que hasta dentro de 140
años más o menos no van a construir franceses e ingleses un túnel submarino por
debajo del canal... a nosotros que carallo nos importa el ancho de los
ingleses. ¿Acaso cuando acabemos el
Madrid Irún se te ha pasado por esa cabecita hacer el canal del Golfo de
Vizcaya?...
.- Que va hombre como vamos a hacer
un túnel así, no nos aclaramos con una medida de un nuevo invento, estás loco….
pero Rusia y Estados unidos tienen anchos similares al nuestro... qué me dices
a eso.
.- Ya... Yo se que idioma hablo, pero no el que tu entiendes... Que a lo
mejor como ferrocarril de primer orden en vez de la línea del Norte deberíamos
hacer el Madrid La Coruña y luego el Canal del Atlántico hasta Nueva York… Vamos
hombre no me hagas mentar el nombre de Dios en vano, y respecto a lo de Rusia,
es un poco más complicado, habría que pasar por el ancho francés y por el
alemán entre otros y creo que estos último están por adoptar uno muy parejo
sino similar al francés.
.- Hombre ya, ahí me has dado,
pero... qué me dices si los franceses nos invaden, ¿eh? ¿Qué?, hace poco
querían pasar a invadir Portugal y se quedaron en España una temporada…
.- Yo me muero
sin educarte... pues que deberíamos hacer el ancho... menor al suyo, digamos de
un metro, con túneles y puentes estrechitos de a un metro. Así aunque
amplíen el ancho al suyo cuando intenten meter una locomotora suya por un túnel…
veremos a ver si pueden.
.- Ya pero si lo hacemos más ancho
que ellos, evitaremos que sus trenes vayan por las vías también, ¿eh…? Es más,
si al final meto la pata, siempre podre decir que la culpa es de los ingenieros
militares y como esos no puede rechistar, problema resuelto.
.- Querida pitonisa,
dime que esto no está pasando...A ver tu salao, mírame a los ojitos campeón. Si
nos invaden, estos gabachos malandrines ponen un tercer carril, les sobra
galibo de túnel y puentes y se nos meten hasta Cádiz a comer pescadito. Además podrán por ese tercer carril usar su material y el que nos conquisten nuestro como botín de guerra.
.- En fin un lío, sabes que te digo,
que seis pies castellanos y en paz.
.- Mira… yo me
voy con mi suegra al teatro que estrenan una opereta llamada Sálvame de luxe y
me han dicho que posee un elevado nivel cultural, lo cual me relajará de
haberte intentado convencer que uses la lógica, te dejo con tus pies
castellanos y haz lo que te dé la gana.
.- Hombre… no te enfades.
.- Que no me
enfade, ¿Para eso Don Curro, Algarrobo y el Estudiante los tiraron a
patadas?, por Dios…
.- ¿A los franceses?
.- No, a mi tía
Enriqueta, pues claro…, pero si se van a descojonar los muy malandrines de
nosotros en la frontera con el tiempo estos altivos gabachos, ya verás…
imagínate: ¿qué hacen estos españoles levantando coches para cambiarles los
ejes? … ¿L'Espagne est différente.?
.- Ya pero la tenemos más grande…
.- Dios… Me voy a la opereta.
Paso el tiempo y llego el siglo a su ecuador,
los ferrocarriles ya habían dado sus primeros pasos en nuestro glorioso y orgulloso aunque decadente Imperio, cuando otra pareja de
amigos se reunieron en sobre el mismo mármol del café a charlar sobre los
nuevos adelantos.
.- ¿en qué estás ocupando tu
pensamiento?, te veo pensativo.
.- Pues estaba
pensando que tenemos ya instalados unos nuevos carruajes de esos que van sobre
raíles de hierro y ahora resulta que estábamos pensando en llegar a la frontera con Francia y se nos
van a descojonar los franceses.
.- ¿Por qué motivo?
.- Porque
llevamos un ancho diferente al suyo.
.- Por Dios, ¿pero qué caldos nos
sirven en las posadas? ¿Y quién ha sido el iluminado prohombre visionario que
ha discurrido tan brillante idea de hacer un ancho diferente al de nuestros
vecinos y única vía de paso con el resto del mundo?
.- No
menosprecies hombre…. fue una comisión de ilustres prohombres visionarios, no
solo uno.
.- Pues se nos van a descojonar
igualmente los franceses. En fin. A lo hecho, pecho, no pasa nada, ¿sabes? Un
error lo tiene cualquiera y rectificar es de sabios, a partir de ahora el mismo
ancho para la vía del Norte y para todas las demás, nos costará un dineral
transformar las ya construidas, pero somos el gobierno, tenemos la obligación
moral de apechugar con nuestros antecesores… además, imagínate por un momento…
acércate que no nos oigan… que algún día tenemos un rey Borbónico que gusta de
la compañía de las señoritas del Molin Rouge, iría con su coche Salón Real
desde palacio hasta París elegantemente cómodo , sin transbordo ni pérdidas
de tiempo.
.- ¿Un rey
borbónico en el Molin Rouge? por Dios...
.- Lo sé, un borbón mujeriego, que barbaridad, pero es un suponer, no me has captado la metáfora,
hablaba de nuestras mercancías, no tendrán que cargar con el sobre coste del
transbordo y serán mas competitivas… si algún día tenemos industria
ferroviaria, les será más económico adquirir material estandarizado para sus
vagones… hasta incluso algún día dicha industria, podría exportar ese
material… imagínate franceses y alemanes con locomotoras españolas…
.- Macho, deberías
de ser algún día ministro de Fomento.
.- Me lo están planteando, pero no es necesario tan alto honor,
es una cuestión de lógica elemental.
.- Mira, por
ahí viene nuestro amigo Portugués, creo que le va a alegrar la noticia.
.- Buenas caballeros, ¿que están tramando?
.- Tramando no,
ya está decidido, el ancho de vía ferroviario será igual al de los franceses el
cual en estos tiempos que corren esta estandarizándose en el mundo.
.- Genial, no sabes cuánto me
alegro, precisamente estaba construyendo uno y ¿sabes? Paso del ancho ese tan
raro de seis pies, por un momento pensé que estabais… mejor me callo, y lo voy
a hacer igual… trenes directos Lisboa Paris, el Atlantic Express… oye tu, como
si lo estuviera viendo.
.- Ves como te dije que los
españoles no éramos bichos raros.
.- Empezaba a pensar que los
caldos que tomáis proceden de uvas en mal estado… Al fin habéis subsanado el
error, eso os honra, rectificar es de sabios. No se hable más, se vienen para
Madrid los que mandan en mi país para cerrar el acuerdo, llamáis a la prensa,
llenáis de flores la suntuosa y pomposa recepción y que no falte la banda de
música, lo habitual.
El amigo portugués construía sus líneas
en ancho normal y en Europa los dignatarios parlamentarios se enojaban por no
poderse descojonar de los españoles, tradición arraigada de difícil eliminación
aun en nuestros modernos tiempos. En eso, un cambio de gobierno español provocó
que de nuevo y nada más acceder al poder se volviera a los seis pies
castellanos.
Nuestro
querido vecino portugués había quedado con su amigo español a saborear un café
sobre el mármol de la mesa del local que ambienta este relato y fue tan mal
educado de ni siquiera dar los buenos días.
.- ¿Qué pasa? ¿Estamos locos o
qué?
.- Buenas días
lo primero, ¿locos a santo de qué?
.- ¿No habíamos quedado que el
ferrocarril sería compatible con el resto del mundo?
.- Eso fue uno
que vino y se le pasó por la cabeza…. Ya ves, hasta decía no se que de un rey
borbónico…
.- ¿Borbones... en fin españoles? A lo nuestro... ¿Y las mercancías? ¿Y los
costes? ¿Y el descojone del resto del mundo?
.- Que sí, Que sí,
pero seis pies, ni uno más, ni uno menos.
.- Y ahora que hago yo con la
línea que tenía construida conforme a como habíamos quedado que era más lógico.
.- Pues la
cambias a nuestros seis pies.
.- ¿Y no puedes hacer una línea
frontera portuguesa a Madrid y la línea del Norte hasta la frontera francesa
como habíamos quedado? Ancho más pequeño, mas económica, imagínate el ahorro
del transbordo, hablo de tarificar el tiempo y el personal necesario… si ya
habíais solucionado el error inicial y entrado en razón, ¿por qué volver al
error?
.- Veo que
hablas correctamente el español por lo que tu entendimiento debe ser del mismo
nivel, te he dicho seis pies, seis, no cinco ni siete, seis.
.- Yo paso, me voy a ver una
opereta en el teatro con mi suegra, se llama La Noria y espero al menos me
relaje del sofocón que me has hecho coger, mañana quedamos y hablamos de la
indemnización de la línea que me hicisteis cambiar a ancho normal.
.- Línea que
línea, de que estás hablando.
.- De la que acordamos que pagaría
yo el cambio a ancho normal. ¿No te acuerdas?, flores, fotos, prensa, acuerdos…
cuando vinimos a firmar…¿y ahora quien paga la fiesta?
.- A mi no me
cuentes milongas, eso fue el anterior gobierno, ves y quéjate a ellos. Nosotros no acarreamos con lo que hacen otros...
.- ¿Que un político se acuerde de
lo que hizo estando en el poder? Quizás cuando llegué el siglo XXI igual están
más civilizados e igual ocurra pero hoy por hoy ya sabes que es imposible por
lo que en esto de los ferrocarriles no esperes que volvamos a tener relaciones
cordiales…
.- Y a mí que
la relaciones, tienes que pasar por mi casa para llegar al vecino.
.- Me voy al teatro. A Espanha é
diferente.
Ambos sabían que ya nada sería igual, así
que sellaron su despedida con un último apretón de manos, apretón que depositó
una nota en la palma del amigo portugués por parte del español, mientras los
ojos de nuestro compatriota le indicaban al amigo portugués
que la ignorase y la leyera cuando la distancia se hubiera interpuesto entre
ellos.
Apenado
el dolido portugués aprovechó el sosiego y educación de los actores denotaban
en sus diálogos en la opereta referenciada anteriormente, para en el teatro,
disimuladamente, deslizarse al escusado para furtivamente poder complacer su
curiosidad de leer la nota del que una vez fue amigo:
Querido
amigo:
Motivos
de fuerza mayor, me han hecho
comportarme como no te mereces, la cercanía que compartimos a través de
nuestras fronteras nos une más que nos separa, oh viejo amigo , como bien
sabrás, el poder financiero y los grandes capitalistas inversores manejan los
más enrevesados hilos del poder para procurar que sus intereses particulares
primen sobre los comunes. Mi pitonisa me ha dicho que haya por principios del
siglo XXI la situación cambiara y al final prevalecerá la lógica y el bien común
de la mayoría sobre el de unos pocos, y también me ha advertido que un invento
llamado Google, digitalizará un libro y lo pondrá al alcance de cualquier
mortal. El libro se llama Politica Administrativa del Gabinete de Bravo
Murillo, de uno que fue ministro, precisamente el que firmó el acuerdo que
razonablemente me has echado por cara, Don Mariano Miguel de Reynoso. Espero
dos cosas de corazón, que mi pitonisa no se equivoque en sus predicciones y que
el tiempo te permita la justicia de que puedas leer dicho escrito. Entenderás
que lo del ancho es la punta del iceberg que hundió nuestra amistad.
Un
Amigo
Fin
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