20 de septiembre de 2013

Dos españoles y un portugues

Dicen que es bueno reírse y mas de uno mismo... riámonos CON y no DE. Una sonrisa siempre viene bien y mas en los tiempos que corren.




Corría la primera mitad del siglo XIX y en España corrían vientos de modernidad con la implantación de un nuevo, y sorprendente medio de transporte, los caminos de Hierro.
España era una sombra del imperio que fue y llamaba a su fin la grandeza y liderazgo en avances técnicos de que en otro tiempo hacia gala los mestres españoles.
Dos prohombres, de incipiente ascenso en la escala social por su condición de burgueses acaudalados, sentados en sillas de noble madera, tomaban un café sobre la piedra de mármol de un suntuoso local mientras dialogaban sobre el nuevo invento y su aplicación.

.- Voy a hacer un ferrocarril, ¿qué ancho crees que debemos darle?
.- Pues el que tengan nuestras locomotoras, habrá que consultar con la industria nacional.
.- Pero si de eso no tenemos, los carruajes y demás material habrá que importarlo.
.- Empezamos bien…la casa por el tejado... en fin es lo que tiene llegar los últimos, vamos a ver, pues veamos quien es el mayor fabricante y adoptemos su ancho, así el material no será hecho a medida y no saldrá más caro.
.- He oído que los ingleses son los mejores y mayores productores del material móvil para el invento en cuestión, pero no sé..., no se aclaran y tienen diecisiete anchos diferentes.
.- Ahí lo tienes, escoge el que más te guste o creas que es mejor.
.- Ya pero… ¿cuál?, difícil elección, ¿y si me equivoco?
.- No pasa nada, en el futuro llamaran a las calles con tu nombre y serás recordado como prohombre y visionario, eres ingeniero, ¿cuántos ingenieros conoces en esta España decimonónica?, ¿quién te va a discutir lo que elijas?
.- Ya eso sí, pero podrías ser más positivo y ayudarme.
.- De acuerdo pues, escucha:  ya que nunca lo habíamos hecho, olvídate de tus conocimientos adquiridos, ya que careces de experiencia y usa la mayor de las artes…
.- ¿Cuál?
.- Perdona, olvidaba que eres ingeniero, eres de ciencias no de artes, pues hombre está claro, la lógica. Somos españoles, dignos herederos de un imperio, la otra opción es crear una comisión de expertos extranjera  ¿que habías dicho ingleses?, si ingleses que tienen tanta experiencia, pero sálveme el santísimo, hasta ahí podríamos llegar…pidiendo consejo a los malandrines anglosajones... impensable.
.- Por supuesto, manchar el honor patrio pareciendo ignorantes jamás, esto es el REINO DE ESPAÑA.
.- Vamos centrándonos, sí señor. Mira a ver qué ancho tienen los vecinos.
.- ¿Los portugueses? ¿Y qué importa? esos ponen lo que digamos, dependen de nosotros. Pobrecitos aislados…
.- Ya lo sé hombre... Te digo los franceses.
.- Pues lo mismo, ¿qué importa?
.- ¿Qué más da? … pues hombre porque es con ellos con los que vamos a comerciar, exportar, importar y trasvasar viajeros por lo que no nos sale rentable que pierdan tiempo en el transbordo ni nosotros dinero en instalaciones para las mismas. Imagínate por un momento, es improbable lo sé, que no nos oigan los espías de palacio, pero imagina por un momento que  alguna vez tenemos un rey Borbónico que guste de la compañía de señoritas de moral distraída y desee pasar la tarde en el Molin Rouge, ¿te lo imaginas cambiando de coche en la frontera?, seguro que nos tocará dejarnos los cuartos en algún invento moderno para que levanten el vagón y se cambien los ejes. Con la pérdida de tiempo y los reales que costaría dicha modernidad, por Dios… Sería lógico ya que estamos en pañales y que… según me han chivado les vamos a clonar galibo y entrevías, que les copiásemos el ancho de vía a los franceses. Es un ahorro en tiempo y dinero elevadísimo.


.- Ya... pero los ingleses tienes diecisiete anchos y hacen lo que les da la gana... ¿Por qué no el de ellos?
.- Ellos son muy suyos, lo sabemos todos, de acuerdo, pero vamos a ver machote, que me estas calentando. Pero si mi pitonisa de guardia me ha dicho que hasta dentro de 140 años más o menos no van a construir franceses e ingleses un túnel submarino por debajo del canal... a nosotros que carallo nos importa el ancho de los ingleses. ¿Acaso  cuando acabemos el Madrid Irún se te ha pasado por esa cabecita hacer el canal del Golfo de Vizcaya?...
.- Que va hombre como vamos a hacer un túnel así, no nos aclaramos con una medida de un nuevo invento, estás loco…. pero Rusia y Estados unidos tienen anchos similares al nuestro... qué me dices a eso.



.- Ya... Yo se que idioma hablo, pero no el que tu entiendes... Que a lo mejor como ferrocarril de primer orden en vez de la línea del Norte deberíamos hacer el Madrid La Coruña y luego el Canal del Atlántico hasta Nueva York… Vamos hombre no me hagas mentar el nombre de Dios en vano, y respecto a lo de Rusia, es un poco más complicado, habría que pasar por el ancho francés y por el alemán entre otros y creo que estos último están por adoptar uno muy parejo sino similar al francés.
.- Hombre ya, ahí me has dado, pero... qué me dices si los franceses nos invaden, ¿eh? ¿Qué?, hace poco querían pasar a invadir Portugal y se quedaron en España una temporada…
.- Yo me muero sin educarte... pues que deberíamos hacer el ancho... menor al suyo, digamos de un metro, con túneles y puentes estrechitos de  a un metro. Así aunque amplíen el ancho al suyo cuando intenten meter una locomotora suya por un túnel… veremos a ver si pueden.
.- Ya pero si lo hacemos más ancho que ellos, evitaremos que sus trenes vayan por las vías también, ¿eh…? Es más, si al final meto la pata, siempre podre decir que la culpa es de los ingenieros militares y como esos no puede rechistar, problema resuelto.
.- Querida pitonisa, dime que esto no está pasando...A ver tu salao, mírame a los ojitos campeón. Si nos invaden, estos gabachos malandrines ponen un tercer carril, les sobra galibo de túnel y puentes y se nos meten hasta Cádiz a comer pescadito. Además podrán por ese tercer carril usar su material y el que nos conquisten nuestro como botín de guerra.
.- En fin un lío, sabes que te digo, que seis pies castellanos y en paz.
.- Mira… yo me voy con mi suegra al teatro que estrenan una opereta llamada Sálvame de luxe y me han dicho que posee un elevado nivel cultural, lo cual me relajará de haberte intentado convencer que uses la lógica, te dejo con tus pies castellanos y haz lo que te dé la gana.
.- Hombre… no te enfades.
.- Que no me enfade, ¿Para eso Don Curro, Algarrobo y el Estudiante los tiraron a patadas?, por Dios…
.- ¿A los franceses?
.- No, a mi tía Enriqueta, pues claro…, pero si se van a descojonar los muy malandrines de nosotros en la frontera con el tiempo estos altivos gabachos, ya verás… imagínate: ¿qué hacen estos españoles levantando coches para cambiarles los ejes? … ¿L'Espagne est différente.?
.- Ya pero la tenemos más grande…
.- Dios…  Me voy a la opereta.

Paso el tiempo y llego el siglo a su ecuador, los ferrocarriles ya habían dado sus primeros pasos en nuestro glorioso y orgulloso aunque decadente Imperio, cuando otra pareja de amigos se reunieron en sobre el mismo mármol del café a charlar sobre los nuevos adelantos.

.- ¿en qué estás ocupando tu pensamiento?, te veo pensativo.
.- Pues estaba pensando que tenemos ya instalados unos nuevos carruajes de esos que van sobre raíles de hierro y ahora resulta que estábamos pensando  en llegar a la frontera con Francia y se nos van a descojonar los franceses.
.- ¿Por qué motivo?
.- Porque llevamos un ancho diferente al suyo.
.- Por Dios, ¿pero qué caldos nos sirven en las posadas? ¿Y quién ha sido el iluminado prohombre visionario que ha discurrido tan brillante idea de hacer un ancho diferente al de nuestros vecinos y única vía de paso con el resto del mundo?
.- No menosprecies hombre…. fue una comisión de ilustres prohombres visionarios, no solo uno.
.- Pues se nos van a descojonar igualmente los franceses. En fin. A lo hecho, pecho, no pasa nada, ¿sabes? Un error lo tiene cualquiera y rectificar es de sabios, a partir de ahora el mismo ancho para la vía del Norte y para todas las demás, nos costará un dineral transformar las ya construidas, pero somos el gobierno, tenemos la obligación moral de apechugar con nuestros antecesores… además, imagínate por un momento… acércate que no nos oigan… que algún día tenemos un rey Borbónico que gusta de la compañía de las señoritas del Molin Rouge, iría con su coche Salón Real desde palacio hasta París  elegantemente cómodo , sin transbordo ni pérdidas de tiempo.
.- ¿Un rey borbónico en el Molin Rouge? por Dios...
.- Lo sé, un borbón mujeriego, que barbaridad, pero es un suponer, no me has captado la metáfora, hablaba de nuestras mercancías, no tendrán que cargar con el sobre coste del transbordo y serán mas competitivas… si algún día tenemos industria ferroviaria, les será más económico adquirir material estandarizado para sus vagones… hasta incluso algún día dicha industria, podría exportar ese material… imagínate franceses y alemanes con locomotoras españolas…
.- Macho, deberías de ser algún día ministro de Fomento.
.- Me lo están planteando, pero no es necesario tan alto honor, es una cuestión de lógica elemental.
.- Mira, por ahí viene nuestro amigo Portugués, creo que le va a alegrar la noticia.
.- Buenas caballeros, ¿que están tramando?
.- Tramando no, ya está decidido, el ancho de vía ferroviario será igual al de los franceses el cual en estos tiempos que corren esta estandarizándose en el mundo.
.- Genial, no sabes cuánto me alegro, precisamente estaba construyendo uno y ¿sabes? Paso del ancho ese tan raro de seis pies, por un momento pensé que estabais… mejor me callo, y lo voy a hacer igual… trenes directos Lisboa Paris, el Atlantic Express… oye tu, como si lo estuviera viendo.
.- Ves como te dije que los españoles no éramos bichos raros.
.- Empezaba a pensar que los caldos que tomáis proceden de uvas en mal estado… Al fin habéis subsanado el error, eso os honra, rectificar es de sabios. No se hable más, se vienen para Madrid los que mandan en mi país para cerrar el acuerdo, llamáis a la prensa, llenáis de flores la suntuosa y pomposa recepción y que no falte la banda de música, lo habitual.

El amigo portugués construía sus líneas en ancho normal y en Europa los dignatarios parlamentarios se enojaban por no poderse descojonar de los españoles, tradición arraigada de difícil eliminación aun en nuestros modernos tiempos. En eso, un cambio de gobierno español provocó que de nuevo y nada más acceder al poder se volviera a los seis pies castellanos.
Nuestro querido vecino portugués había quedado con su amigo español a saborear un café sobre el mármol de la mesa del local que ambienta este relato y fue tan mal educado de ni siquiera dar los buenos días.

.- ¿Qué pasa? ¿Estamos locos o qué?
.- Buenas días lo primero, ¿locos a santo de qué?
.- ¿No habíamos quedado que el ferrocarril sería compatible con el resto del mundo?
.- Eso fue uno que vino y se le pasó por la cabeza…. Ya ves, hasta decía no se que de un rey borbónico…
.- ¿Borbones... en fin españoles? A lo nuestro... ¿Y las mercancías? ¿Y los costes? ¿Y el descojone del resto del mundo?
.- Que sí, Que sí, pero seis pies, ni uno más, ni uno menos.
.- Y ahora que hago yo con la línea que tenía construida conforme a como habíamos quedado que era más lógico.
.- Pues la cambias a nuestros seis pies.
.- ¿Y no puedes hacer una línea frontera portuguesa a Madrid y la línea del Norte hasta la frontera francesa como habíamos quedado? Ancho más pequeño, mas económica, imagínate el ahorro del transbordo, hablo de tarificar el tiempo y el personal necesario… si ya habíais solucionado el error inicial y entrado en razón, ¿por qué volver al error?
.- Veo que hablas correctamente el español por lo que tu entendimiento debe ser del mismo nivel, te he dicho seis pies, seis, no cinco ni siete, seis.
.- Yo paso, me voy a ver una opereta en el teatro con mi suegra, se llama La Noria y espero al menos me relaje del sofocón que me has hecho coger, mañana quedamos y hablamos de la indemnización de la línea que me hicisteis cambiar a ancho normal.
.- Línea que línea, de que estás hablando.
.- De la que acordamos que pagaría yo el cambio a ancho normal. ¿No te acuerdas?, flores, fotos, prensa, acuerdos… cuando vinimos a firmar…¿y ahora quien paga la fiesta?
.- A mi no me cuentes milongas, eso fue el anterior gobierno, ves y quéjate a ellos. Nosotros no acarreamos con lo que hacen otros...
.- ¿Que un político se acuerde de lo que hizo estando en el poder? Quizás cuando llegué el siglo XXI igual están más civilizados e igual ocurra pero hoy por hoy ya sabes que es imposible por lo que en esto de los ferrocarriles no esperes que volvamos a tener relaciones cordiales…
.- Y a mí que la relaciones, tienes que pasar por mi casa para llegar al vecino.
.- Me voy al teatro. A Espanha é diferente.



Ambos sabían que ya nada sería igual, así que sellaron su despedida con un último apretón de manos, apretón que depositó una nota en la palma del amigo portugués por parte del español, mientras los ojos de nuestro compatriota le indicaban al amigo portugués que la ignorase y la leyera cuando la distancia se hubiera interpuesto entre ellos.

Apenado el dolido portugués aprovechó el sosiego y educación de los actores denotaban en sus diálogos en la opereta referenciada anteriormente, para en el teatro, disimuladamente, deslizarse al escusado para furtivamente poder complacer su curiosidad de leer la nota del que una vez fue amigo:

Querido amigo:
Motivos de fuerza mayor,  me han hecho comportarme como no te mereces, la cercanía que compartimos a través de nuestras fronteras nos une más que nos separa, oh viejo amigo , como bien sabrás, el poder financiero y los grandes capitalistas inversores manejan los más enrevesados hilos del poder para procurar que sus intereses particulares primen sobre los comunes. Mi pitonisa me ha dicho que haya por principios del siglo XXI la situación cambiara y al final prevalecerá la lógica y el bien común de la mayoría sobre el de unos pocos, y también me ha advertido que un invento llamado Google, digitalizará un libro y lo pondrá al alcance de cualquier mortal. El libro se llama Politica Administrativa del Gabinete de Bravo Murillo, de uno que fue ministro, precisamente el que firmó el acuerdo que razonablemente me has echado por cara, Don Mariano Miguel de Reynoso. Espero dos cosas de corazón, que mi pitonisa no se equivoque en sus predicciones y que el tiempo te permita la justicia de que puedas leer dicho escrito. Entenderás que lo del ancho es la punta del iceberg que hundió nuestra amistad.

Un Amigo


Fin






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