28 de junio de 2017

SOGEA, la SOciedad GEneral de Autobuses. Sociedad Anónima.



Referente a la falta de investigación y profesionalidad por parte de varios autores de la venerable historia de los transportes urbanos de Valencia, tal y como estamos comprobando documentalmente hasta ahora, irrita enormemente que la historia sea tratada de semejante manera. Sirva como ejemplo el presente extracto de “El archivo de Ferrocarrils de la Generalitat Valencia, El legado documental de una empresa ferroviaria” presentado por Virginia García Ortells en el IV congreso de Historia Ferroviaria en Málaga los días 20, 21 y 22 de septiembre de 2006, donde podemos leer:

“La Levantina de Autobuses y SOGEA. En 1927 el Ayuntamiento concede el establecimiento de un nuevo servicio de autobuses a la Levantina de Autobuses, S.L. (que posteriormente pasara a denominarse Sociedad General de Autobuses de Valencia SOGEA) …, …El 25 de julio de 1935 se constituye la Sociedad General de Autobuses de Valencia, S.A. (SOGEA) en sustitución de la Levantina de Autobuses S.L.”

Lo peor de todo es que, tal y como se ha podido documentar, todo esto es falso, ni Levantina de Autobuses, S.L. pasa a denominarse SOGEA, S.A., ni la fecha de constitución de SOGEA acierta la investigadora ya que no fue en julio, sino en junio, sin duda la autora no ha investigado, siendo lo más probable que se haya limitado a copiar a otros autores, que quizá no hayan investigado la escritura de constitución de SOGEA en el protocolo notarial de Francisco Javier Bosch. Demasiado trabajo...

El error sin duda viene dado por Ortells al limitarse a copiar la fecha del libro (Llopis, 2006), el cual lo copia sin investigar de (Olaizola Elordi & Vañó Giner, Apéndice Tranvías y Trolebuses, 1998) lo cual afirma la teoría generalizada que los escritos realizados por gurus, eruditos, académicos, licenciados y doctorados... no se basan en investigaciones propias, sino en escritos de simples aficionados que no signaturizan ni documentan fuentes. Este error también se copia en (Civera, 2004) como no podía ser de otra forma. Vergonzoso.

La licenciada en arte mencionada anteriormente continua su Historia-Ficción con la siguiente afirmación:

“Esta nueva competencia fue motivo suficiente para que la Compañía de Tranvías fundara, a su vez, una empresa de servicios de autobuses dependiente de ella. Así el 16 de mayo de ese año [1927] se creaba la Valenciana de Autobuses (VASA). VASA procuró hacerse cargo de todas aquellas concesiones que fueran coincidentes con sus líneas de tranvías suburbanos y de ferrocarriles.”

Como podremos comprobar en breve las concesiones coincidentes con líneas de ferrocarril ya estaban en poder de los concesionarios ajenos a la CTFV que formaron la Valenciana de Autobuses, S.A. (VASA) y no la funda la CTFV como se inventa Ortells.

Este es el nivel hasta ahora de investigación, un perfil bajo de investigación, por no decir nulo, descuidado e irresponsable y una falta total de respeto a la memoria por la historia de los transportes colectivos de Valencia y lo más preocupante por las personas que los hicieron funcionar y las que se sirvieron o sufrieron de ellos.

Por desgracia, entidades públicas, como por ejemplo la actual Empresa Municipal de Transportes de Valencia, EMT, ante la falta de una investigación seria al respecto de lo tratado en el presente volumen, han tomado como válidos las informaciones proporcionadas por estos aficionados e investigaciones con lo cual han caído en el error de relatar una Historia… que jamás existió. Esperemos que, a partir de la publicación del presente trabajo, al menos se pueda revertir esa penosa situación.

Pero bueno... dejemos de lado la Historia-Ficción y vamos a descubrir la apasionante y hasta ahora desconocida historia de esta compañía de autobuses que marcó un hito en la ciudad de Valencia y que quedo prendada en el imaginario valenciano. Aún recuerdo a mi abuela decir que iba con el SOGEA cuando quería decir que iba al centro en autobús.


Los intentos de establecer líneas de autobuses en la ciudad de Valencia se limitaban, en la década de los veinte del siglo pasado, al trazado más provechoso económicamente, el de Valencia a sus poblados marítimos, (Nacher y Levantina de Autobuses) además por supuesto de los interurbanos. Sin embargo, Valencia empezaba a expansionarse y no escapaba a los ojos de inversores y emprendedores el dotar al resto de la ciudad de líneas de autobús urbanas. 

Es el caso de Vicente Clavel Andrés, nacido en Valencia el 1888, el cual fue literato, periodista, editor, publicista y hombre prominente de la cultura valenciana. Redactor en el diario El Pueblo, a partir de 1913 paso a escribir en El País y El Radical, siendo escogido secretario del Congreso Republicano Nacional. En 1917 era director de la editorial Cervantes de Valencia y posteriormente creador del día del libro cuando en 1923 como vicepresidente de la Cámara Oficial del Libro, instaura el día del libro coincidiendo con el día de San Jorge. Por aquel entonces Vicente Clavel residía en Barcelona donde funda la Casa de Valencia en Barcelona, institución desde la que se defendía la cultura y tradiciones valencianas, regalándole a la ciudad condal la tradición que ha perdurado hasta nuestros días como el día del libro en la festividad de Sant Jordi. 

Un excelente trabajo sobre Vicente clavel puede consultarse en la web de Valencia Bonita.

Vicente Clavel. Fuente www.valenciabonita.es
Vicente Clavel Andrés solicitó al Ayuntamiento el 16 de marzo de 1932 siete líneas de autobús que darían un completo servicio urbano a Valencia. Por aquellas fechas el autobús con motor de explosión ya estaba lo suficientemente desarrollado como para poder proveer un sistema competitivo de líneas urbanas de transporte, ya se había experimentado por Nacher y otros emprendedores, y Vicente Clavel solicitó las siguientes líneas: 



A.- Carrera de San Luis a Matadero. 
B.- Carrera de En Corts a Sagunto. 
C.- Monteolivete, 14 de abril, Mercado Central, Fresquet. 
D.- Camino de Barcelona, Estación del Norte. 
E.- Pelayo, Estación valenciana de los ferrocarriles económicos (Pont de Fusta). 
F.- Patraix, Cuenca, Plaza Emilio Castelar, Mestalla. 
G.- Circunvalación.

Todas las líneas estarían servidas, según el proyecto original, por modernos autobuses de la marca NAVAL-SAMUA y el 22 de diciembre de 1932 el Ayuntamiento de Valencia emite un dictamen favorable a la implantación de las líneas, siendo el 9 de enero de 1933 cuando se aprueban las bases para la subasta de las concesiones referidas para mejorar la oferta de Vicente Clavel. 

Como no podía ser de otra forma la CTFV no ve con buenos ojos las concesiones de autobuses y Rafael Cort Álvarez eleva una instancia al Ayuntamiento en enero de 1933 donde expone que las líneas deberían ser concedidas a la CTFV. La argumentación se basa en que en ciudades como Madrid y Barcelona se había realizado así. El Ayuntamiento deniega la petición de la instancia y el 10 de abril de 1933 el alcalde, a través de oficio aprovechando la próxima subasta, insta a ampliar las líneas para dar servicio a la cooperativa de casas baratas La Amistad “y la del sindicato La Aguja cerca de los talleres del Central de Aragón. 

Un futuro halagüeño se cernía sobre la sociedad valenciana en forma de transporte, moderno y eficaz, que promulgaban los autobuses. Viendo que el Ayuntamiento no defiende los intereses de la CTFV, ésta presenta un recurso contencioso administrativo ante los juzgados. Este recurso, junto a otros, fue desestimado por el tribunal competente más de dos años después, el 4 de junio de 1935. 

Retornando a la concesión de líneas de autobuses, ésta se hace firme el 3 de diciembre de 1933 siéndole concedidas por parte del Ayuntamiento las líneas a Vicente Clavel Andrés, siendo notificado el mismo el día 11 del mismo mes y año, razón que impulsa a Vicente Clavel a solicitar dos líneas al Ayuntamiento para unir Valencia con el Grao el 22 de diciembre de 1933. Estas dos últimas líneas fueron desestimadas ya que ese servicio se venía realizando por otra compañía y el Ayuntamiento fomentó la exclusividad en este caso no concediendo las líneas a Vicente Clavel. 

La cláusula 24 de las condiciones de la concesión a Vicente Clavel, establecía que el concesionario estaba obligado a implantar, a los tres meses de la fecha de notificación, la primera línea y en plazos de dos en dos meses las siguientes. La caducidad sería declarada en caso de incumplimiento cosa que no ocurrió, ya que Vicente Clavel Andrés el 15 de enero de 1934 solicitó adaptar ciertas cláusulas de la concesión a la Ley de protección de la industria nacional, por lo que el plazo de tres meses quedó interrumpido, retomándose el 5 de julio de 1934, fecha en que el Ayuntamiento accede a la modificación propuesta.


Ante estas maniobras dilatorias y ante la desestimación del recurso presentado por la Compañía de Tranvías y Ferrocarriles de Valencia y desestimado, esta última interpone recurso de apelación contra el fallo. Defender a toda costa sus explotaciones tranviarias era tarea urgente y prioritaria en la CTFV. En realidad, parece ser una estratagema de Vicente Clavel para poder realizar una transferencia de las concesiones ya que por otro lado va tomando forma la Sociedad General de Autobuses de Valencia, en adelante SOGEA, que es la que definitivamente explotará las líneas. 



La escritura de constitución de la Sociedad Anónima, Sociedad General de Autobuses, Valencia, (SOGEA) es rubricada el 25 de junio 1935, no en julio como se inventan algunos eruditos y "doctorados", ante el notario Francisco Javier Bosch de Valencia, siendo sus promotores: 

José Serratosa Nadal, fundador de la Compañía Valenciana de Cementos Portland, la mayor cementera española lo que generó la expansión hacia un holding financiero que aún persiste en nuestros días en manos de sus sucesores. 

Pedro Gómez Igual, abogado y terrateniente valenciano hermano de Bernardo Gómez Igual, presidente del Ateneo Mercantil de Valencia en 1900. 

Alfredo Kindelan Duany, primer jefe, en 1913, de la rama de Aviación del Servicio de Aeronáutica Militar. Participó como jefe del Aire, responsable de la fuerza aérea del bando del general Francisco Franco durante la Guerra Civil Española. Director de la Escuela Superior del Ejército y miembro de la Real Academia de la Historia. Fue nombrado marqués de Kindelan en 1961 

Manuel Cánovas García, ingeniero de caminos y director de la Confederación Hidrográfica del Júcar. En 1958 dirigía la institución encargada de proponer soluciones técnicas al problema de las inundaciones, destacando, entre otras, la decisión de desviar el río Turia, lo que se conoció como el Plan Sur. 

Estaban ausentes en el acto, aunque representados como promotores: 

Ramón Cantos Saiz de Carlos, un notable ingeniero y político republicano valenciano, siendo diputado por Valencia en 1933. 

Maguin Raventós Fatjó, miembro de la burguesía catalana, dueños de bodegas y creadores del cava tal y como lo entendemos hoy en día a través de la firma Codorniu. 

Wifredo Ricart Medina, ingeniero barcelonés que fundó la Empresa Nacional de Autocamiones S.A. (ENASA), y con ella su marca más emblemática PEGASO. 

Enrique Carrión Vecín, Marqués de Melin, además de marqués, promotor inmobiliario, entre otros, del edificio Carrión, también conocido como Capitol en la Gran Vía de Madrid. 

Hasta ahora la falta de investigación sobre esta compañía exponía la visión de una empresa de carácter local y limitados recursos. No solo los miembros promotores sino las instauraciones del excelente tipo de material móvil nos expondrán que esta afirmación es errónea como vamos a documentar. 

El alma mater de esta nueva compañía es José Serratosa Nadal y la sede social de la compañía se establece en la calle Félix Pizcueta número 13, siendo su objetivo explotar las líneas concedidas el 9 de enero de 1933 a Vicente Clavel Andrés siendo su capital de 4.000.000 de pesetas en 8.000 acciones de 500 pesetas, más 1.600 bonos de 500 pesetas. Estos bonos tenían las mismas características que las acciones en lo respectivo al reparto de beneficios como único derecho. 

Autobús de SOGEA. Autor desconocido.
De las 8.000 acciones originales, a cada uno de los ocho promotores se le asignaron 10 acciones, quedando 20 acciones en la cartera de la compañía y estipulando que las restantes 7.900 acciones saldrían al mercado cuando así lo decidiera el consejo de administración. SOGEA quedó inscrita la sociedad en el registro mercantil de Valencia en la hoja 541, folio 70 del tomo 41 de sociedades. Registro que hasta ahora no ha sido consultado por ningún "investigador". 

El 3 de julio de 1935, Vicente Clavel Andrés solicita el traspaso de sus líneas a SOGEA, traspaso que es aprobado por el Ayuntamiento el 2 de agosto de 1935. La notificación por parte del Ayuntamiento es librada el 11 de noviembre de 1935 y doce días después, el 23 de noviembre de 1935 ante el notario Francisco Barado Ferrer de Valencia, Manuel Gisbert Rico, Alcalde Presidente del Ayuntamiento de Valencia y Pedro Gómez Igual y José Serratosa Nadal en representación de SOGEA, firman la escritura por la que SOGEA adquiere la concesión de las líneas a Vicente Clavel Andrés, estipulando las condiciones para la puesta en marcha de las mismas por SOGEA, o sea idénticas a las que el Ayuntamiento le exigía a Vicente Clavel. 

La amenaza sobre los tranvías se cierne en el horizonte a corto plazo con la aparición de inversionistas decididamente dispuestos a apostar por el moderno autobús como SOGEA y más si están respaldadas por la alta burguesía valenciana y catalana. 

Tanto es así que el 16 de enero de 1936, la CTFV remite un argumentado escrito a la alcaldía, solicitando la caducidad de las concesiones, pero el Ayuntamiento el 6 de febrero de 1936 lo desestima por no utilizar el verbo ignorar. Por primera vez CTFV no es la voz cantante en lo referente a transportes urbanos ante el Ayuntamiento y no pierde oportunidad de seguir entorpeciendo la ejecución de estas líneas de autobuses como lo hará a lo largo de los años, ya que generaban una manifiesta competencia a sus líneas tranviarias.


Con las ideas claras empresarialmente hablando y no menos evidente la fuerte base técnica y económica que sustentaba a SOGEA, se solicita el último modelo de autobús a la firma alemana Mercedes, ascendiendo el pedido a cincuenta y siete autobuses de nueva construcción del reciente modelo OP 3750, solicitados a través de Automóviles Fernández, S.A. representante de España de Mercedes. Estos autobuses de 6.800 kilogramos de peso, movidos por su motor diésel Mercedes de seis cilindros y 34,3 caballos, poseían 36 plazas en sus 9,990 metros de largo por 2,500 metros de ancho. Estaban dotados con cubiertas de caucho con cámara de la marca Continental de 9,75 X 20 pulgadas, detalle que por ahora puede parecer superfluo pero que, como más tarde veremos,generaría problemas de suministro. 


Autobús de SOGEA en la actual plaza del Ayuntamiento. Autor desconocido.

El 1 de febrero de 1936, José Serratosa, como Presidente de SOGEA informa al Ayuntamiento de la posibilidad de comenzar el servicio con la línea A y el 12 de febrero de 1936, solicita al Ayuntamiento la colocación de 38 discos indicadores de parada a lo largo del recorrido de la línea, además de solicitar permiso para, mientras se estudia un gran garaje para los autobuses, utilizar el garaje “GEBE” propiedad de Alfredo Giménez Bueso, sito en la plaza Músico Padilla junto a la estación del Ferrocarril Central de Aragón, de manera provisional. 

No se descuida ningún detalle, incluidos los uniformes del personal de conducción, los cuales estaban compuestos de traje azul marino, con americana cruzada de botonadura de alpaca portando en la solapa el monograma SOGEA y el número de empleado, corbata y zapatos negros, cuello y camisa blancos y como no, gorra de plato. 


El 16 de febrero de 1936 el Ayuntamiento autoriza que la línea A sea la primera es ser abierta al público, siendo el 18 de febrero de 1936 cuando SOGEA informa al Ayuntamiento de los nombres de los diez choferes que compondrán la línea A. Los conductores eran Carmelo Emilio Fernández Sánchez, Vicente Gallego Aliaga, Francisco Rausell Martinez, José Cortina Rodríguez, León García de Paz, Jaime Morales Carles, Luis Martín Gadea, José Morant Calatayud, Antonio Brunet Compañy y Agustín Marco Estela.



Fueron los primeros choferes pero no se tardó en ampliar la plantilla en siete más el 24 de febrero de 1936, siendo los conductores autorizados Eduardo Senabre Bernabéu, Manuel Sáez Sanchis, Mariano Puig Trinidad, Daniel Vivó Viguer, Francisco Espí Fons, Francisco Segrelles Almela y Maximiano Peiró Costa.



El 21 de febrero de 1936, el ingeniero jefe del Ayuntamiento, Vicente Pichó, realiza el reconocimiento de los nuevos autobuses Mercedes para servicio de la línea A, los cuales numerados por SOGEA del 1 al 7 siendo matriculados como V-16717 a V-16723 el 22 de febrero de 1936. Realizado un viaje de pruebas por el recorrido de la línea y estableciendo leves cambios en su recorrido, el 23 de febrero de 1936 se inicia el tráfico comercial en la línea A por parte de SOGEA. 

El 30 de marzo comienzan los trabajos de organización para la puesta en servicio de la línea C, de lo cual es informado el Ayuntamiento, siendo el 29 de abril de 1936 cuando el ingeniero jefe del Ayuntamiento, Vicente Pichó, vuelve a hacer el viaje de prueba preceptivo. El 18 de abril de 1936 SOGEA solicita al Ayuntamiento a ajustar las tarifas intermedias de la línea C a lo que el Ayuntamiento da su aprobación en sesión celebrada el 29 de abril de 1936. 


A finales de abril llegan de Alemania los autobuses Mercedes destinados a la línea C, numerados internamente del 8 al 14 y matriculados como V-17102 a V-17108, siendo el 8 de mayo de 1936 cuando SOGEA solicita el reconocimiento por parte del Ayuntamiento. El mismo día SOGEA informa de los quince choferes que compondrán la línea C, Miguel Vicedo Beneyto, Juan Raga Olivares, Andrés Ramírez Vidal, Justo Costa Almenar, Antonio Parreño Gorriz, José López Montaña, Francisco Madrid Vázquez, José Marco Moltó, Vicente López Millén, Esteban Carpí Camazo, Francisco Monleón Alcadorí, Constancio Garrote Gómez, Daniel Gil Merino, Domingo Cipriano Borrego y Alberto Iborra Segorb.



Con catorce autobuses en su flota,  y no cinco como indican los "eruditos y doctorados", el 23 de mayo de 1936  se inicia el tráfico comercial en la línea C con los autobuses 8 a 14. 

El 17 de abril de 1936 comienzan los trabajos de organización para la puesta en servicio de la línea B, de lo cual es informado el Ayuntamiento y el 28 de mayo se amplía la plantilla de SOGEA con los nombres de diecinueve chóferes más siendo los autorizados Eduardo Noguerols González, José Mata Cardona, Mariano Gabaldón Pardo, Joaquín Lledó Salvador, Vicente Cárceles García, Antonio Ángel Díaz, Francisco Sodar Gozalvez, José Merin Fayos, Juan Romero Valls, Alfredo Pareja García, Joaquín Blanch Hernández, Jaime Vidal Samper, Francisco Carrión, Cuesta, Julio Felipe Gimeno, Antonio Gonzales Navarro, Juan Mascuñán Mascuñán, Gabriel Boiges Catalá, Rafael Ribera Marín y Macario Novella Parrillas.

El 22 de junio de 1936 se solicita del Ayuntamiento el reconocimiento de los autobuses Mercedes para el servicio de la línea en cuestión, numerados internamente como 15 a 22 y matriculados como V-17214 a V-17221 el 26 de junio de 1936. En la misma instancia solicita el reconocimiento del personal que daría servicio a la línea B y el 2 de julio de 1936, se realiza por parte del ingeniero municipal Vicente Picho, el viaje de prueba preceptivo, siendo el 2 de julio de 1936 cuando se inicia el tráfico comercial en la línea B. 

2 de julio de 1936, faltaban pocos días para que el caos se apoderara de Valencia. A principios de julio de 1936, veintidós de los cincuenta y siete flamantes autobuses Mercedes OP 3750, numerados del 1 al 22, rodaban por las calles de Valencia con sus chóferes vestidos elegantemente de americana cruzada, corbata negra y gorra de plato. Todo un avance en confort, modernidad y rapidez para los transportes urbanos de Valencia. 

Julio de 1936, un mes aciago en la historia de nuestro país, cuando el día 17 comienza una fratricida Guerra Civil que daría al traste con muchas esperanzas, de las que España en general y SOGEA en particular no pudieron escapar. Treinta y cinco autobuses Mercedes se quedaron en Alemania, jamás rodarían por las calles de Valencia, aunque posteriormente sirvieron en el servicio postal alemán y también como material militar al igual que sus hermanos españoles. El total de unidades del modelo OP 3750 de Mercedes alcanzó las más de cuatrocientas unidades construidas contando las valencianas, sirviendo algunas unidades directamente a los intereses del Tercer Reich a través de la Wermacht. 

Mercedes OP 3750 en servicio postal en Alemania. Fuente J.A. Tartajo.
Comienza la Guerra Civil Española y el día 25 de agosto de 1936 la empresa fue intervenida por el estado en virtud de la Orden del Ministerio de Hacienda y Economía. Ante el caos reinante en los primeros días y semanas de contienda, un comité obrero revolucionario se hizo cargo de la empresa y no a modo de intervención, sino de incautación, según el acta que aún se conserva, comienza una época de caos y destrucción.

Continuará...


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